La parte más importante y delicada de la intervención ha consistido en la extracción de una varilla metálica que colocó Peláez del Espino en 1977.
Igualmente, se ha procedido a la sustitución del candelero y juego de brazos – antes metálicos- por unos nuevos de madera. Tampoco se ha querido corregir la postura que, originalmente, tenía la imagen y que Peláez alteró. El IAPH se basa en que no tiene pruebas técnicas que demuestren la correcta postura de la Virgen cuando salió del taller de la Roldana.
El IAPH ha procedido a la limpieza de la policromía del rostro que ha dejado, si cabe, una imagen más anacarada de la Virgen. También ha sido necesario reintegrar cromáticamente algunas lagunas, principalmente, en las manos.
Mañana volvera a estar con su gente, mañana volvera a Triana para que podamos deleitarnos con tan singular belleza.
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